Reconforta comprobar cómo muchos animales siguen usando sus dormideros, nidos, madrigueras y posaderos año tras año, como el caso de estas garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que en estas fechas se congregan a cientos para dormir en unos pinos a las afueras de la localidad de Binéfar. Junto a ellas, estorninos y gorriones forman una enorme algarabía, que parece dar paso al silencio de la noche.
Garcillas bueyeras en su dormidero
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